La insuficiencia cardíaca congestiva, conocida simplemente como insuficiencia cardíaca, ocurre cuando el corazón se debilita o se vuelve más rígido. En esas condiciones no puede bombear sangre de manera eficaz, lo que provoca que la sangre se acumule en las venas.
Esto causa hinchazón en los tejidos, generalmente en las piernas. También puede acumularse líquido en los pulmones, dificultando la respiración.
La insuficiencia cardíaca a veces es precedida por un ataque cardíaco, presión arterial alta no controlada o un coágulo de sangre en los pulmones.
Se asegura que con muchos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca, y algunos de ellos son controlables y otros no, pero el consenso es que hay medidas que puedes tomar para reducir tu riesgo.
Los factores de riesgo controlables comienzan con cambios en los comportamientos de estilo de vida que pueden debilitar el corazón con el tiempo. Se incluyen entre estos el consumo regular de sustancias y alcohol; estilo de vida sedentario; y el tabaquismo.
Hay además ciertas condiciones de salud que también pueden dañar el corazón, que cuando se tratan eficazmente, el daño puede limitarse.
Entre estas condiciones tratables que aumentan el riesgo de insuficiencia cardíaca están la hipertensión (presión arterial alta); diabetes; enfermedad coronaria; enfermedad tiroidea, la obesidad; apnea del sueño; fibrilación auricular; y la enfermedad valvular cardíaca
Entre los factores de riesgo no controlables se incluye como uno de los principales para la insuficiencia cardíaca la edad avanzada. Con el tiempo, el corazón se desgasta.
Se mencionan además los antecedentes familiares, ya que si tienes un familiar cercano que ha tenido insuficiencia cardíaca, tu riesgo aumenta significativamente. Aseguran que existen genes específicos relacionados con esta condición, y algunos requieren pruebas genéticas en otros miembros de la familia.
Están también el historial médico, ya que condiciones como un ataque cardíaco previo o enfermedad tiroidea pueden aumentar el riesgo; y el Sexo, pues, aunque tanto hombres como mujeres pueden tener insuficiencia cardíaca, los hombres tienden a desarrollarla a una edad más temprana, mientras que las mujeres suelen tener síntomas más graves.
Se menciona finalmente la raza. En este caso las personas negras tienen una mayor probabilidad de sufrir insuficiencia cardíaca que otras razas. Se cree que esto se debe a desigualdades en la atención médica y factores sociales.
La literatura especializada recalca que tener factores de riesgo no controlables no significa que necesariamente desarrollarás insuficiencia cardíaca, ya que hay muchas cosas que puedes hacer para reducir el riesgo.
Una de las principales formas de reducir el riesgo de insuficiencia cardíaca es adoptar un estilo de vida saludable para el corazón.
Esto incluye:
- Mantener un peso moderado mediante actividad física regular y una dieta saludable para el corazón.
- Realizar actividad física la mayoría de los días de la semana. Apunta a 150 minutos semanales de ejercicio moderado y 2 días de fortalecimiento muscular.
- Si fumas, habla con un médico sobre cómo dejar de fumar. Si tienes dificultades, el médico puede ayudarte a crear un plan personalizado.
- Si tienes apnea del sueño, usar una máquina CPAP por la noche puede ayudarte a regular la respiración.
Se recomienda finalmente mantener tus visitas médicas al día y comunicar a tu médico lo que funciona y lo que no.
En resumen: la insuficiencia cardíaca es una condición de salud seria.
Sin embargo, al controlar algunos factores de riesgo y trabajar con un médico para prevenir o tratar eficazmente cualquier problema subyacente, puedes reducir significativamente tu riesgo de desarrollarla.
